Aplicar antes de la exposición al sol.
Renovar la aplicación de forma frecuente y generosa para mantener la protección, sobre todo después del baño, en caso de transpiración o tras secarse la piel.
Protegerse del sol: la exposición al sol incrementa el riesgo de sufrir cáncer de piel y favorece el envejecimiento cutáneo prematuro. Para reducir estos riesgos, se recomienda utilizar regularmente un fotoprotector solar de amplio espectro con un índice SPF mínimo de 15, así como adoptar varios hábitos tales como:

- Limitar la exposición al sol de 10:00 a 14:00
- Llevar camiseta de manga larga, pantalones, sombrero y gafas de sol
- En el caso de niños de menos de seis meses, consulte con su médico antes de su uso.