Aplique una cantidad generosa antes de ponerse al sol y vuelva a aplicar a intervalos regulares, especialmente después de nadar, sudar o secarse con la toalla, para mantener la protección original.
Si se utiliza menos cantidad, el nivel de protección se reducirá significativamente.
Procure no exponerse al sol demasiado tiempo, aunque esté utilizando un producto de protección solar.
La sobreexposición al sol es perjudicial para la salud.
Mantenga a los bebés y a los niños pequeños alejados de la luz solar directa.
Evite el contacto con los ojos.
Deje que se absorba el producto por completo y evite el contacto directo con textiles y superficies duras para evitar manchas