- Personas que trabajan con niños (educadores, profesores, monitores...) pues los niños son fuente de contagio.
- Personas que trabajan de cara al público ya que están más expuestas a infecciones del trato respiratorio por el contacto con las gotas de la saliva de las personas.
- Personas con acné leve, eccemas y herpes.
- Pacientes con infecciones recurrentes del trato urinario (ITUs).